APASIONANTE, DIVERTIDA Y MUY ATREVIDA
“YO, LA PEOR DEL MUNDO” es un espectáculo musical vibrante de rabiosa actualidad que nos cuenta la historia de una mujer que se enfrenta a todo y a todos para ser libre.
Con la fuerza de sus versos, Sor Juana Inés de la Cruz, hechiza la corte colonial mexicana de un Imperio decadente donde se convierte en amante de los poderosos, musa del Siglo de Oro y víctima de una Iglesia que no puede someter su espíritu rebelde. Este es un espectáculo vitalista, contagiado del color, la música, la belleza y la imaginación de una mujer que fue un genio en su tiempo y que sigue asombrándonos en el nuestro.
1695. El Convento Santa Paula está asolado por la peste. A Sor Juana Inés de la Cruz le quedan pocas horas de vida. Sus hermanas le reprochan haberse enfrentado a la Iglesia. Su confesor le echa en cara haber amado a los hombres más que a Dios. Juana se pregunta si habrá merecido la pena enfrentarse a todo y a todos para ser libre como mujer y como escritora.
Música, humor, melodrama romántico, tragedia y un final para el que sólo el público tiene respuesta.

Equipo
Autor: Antonio Muñoz de Mesa
Dirección: Olga Margallo
Intérpretes: Itxaso Quintana, Nerea Gorriti, Ana Pimenta/Dorleta Urretabizkaia, Ylenia Baglietto/Lara Sagastizabal, Ugaitz Alegría
Música original: Iñaki Salvador
Dirección musical: Iñaki Salvador
Vestuario: Lola Trives
Escenografía: Marcos Carazo
Diseño iluminaciñon: Xabi Lozano
Coreografía: Maitane Zalduegi
Galería
Críticas y medios
YO, LA PEOR DEL MUNDO
CRÍTICA DE ANTONIO ILLÁN ILLÁN periódico ABC 23 de octubre
TEATRO DE ROJAS – TOLEDO
Una sor Juana Inés de la Cruz «antes libre que cristiana»
‘Yo, la peor del mundo’ es una obra fresca, divertida, trascendente, pícara, tierna y reivindicativa
Título: Yo, la peor del mundo. Autor: Antonio Muñoz de Mesa. Dirección: Olga Margallo. Intérpretes: Ugaitz Alegría, Nerea Gorriti, Lara Sagastizabal, Ana Pimenta, Itxaso Quintana. Música original. Iñaki Salvador. Coreografía: Maitane Zalduegi. Escenografía: Marcos Carazo. Iluminación: Xabi Lozano. Vestuario: Lola Trives. Producción: Vaivén Producciones. Escenario: Teatro de Rojas.
Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) es una persona entrañable e interesante tanto por su vida como por su obra. Juana de Asbaje (luego Sor Juana) tuvo una vida llena de dificultades ya desde su nacimiento, como hija natural, en una familia de labradores acomodados, lo que era un grave impedimento social en la sociedad de su tiempo. Manifiesta precocidad intelectual desde niña, que se demuestra con su fuga de casa para pedir a la maestra que la enseñase a leer, o más tarde su propósito de asistir a la universidad disfrazada de hombre. Entre los 15 y 16 años elige la vida conventual y en ese ámbito prosigue sus lecturas y trabajos, pero una polémica disputa con el obispo de Puebla le ocasiona una crisis espiritual que la lleva a renunciar a su copiosa biblioteca, así como a casi toda actividad literaria. Murió por causa de una epidemia mientras socorría a las compañeras del convento. Nos dejó una gran obra, esencialmente poética (de tema amoroso, negro, religioso y filosófico), aunque también escribió comedias y autos sacramentales y algunos textos autobiográficos o didácticos. El genio poético de sor Juana Inés de la Cruz fue tal que era llamada “la décima musa”. En su poesía encontramos suficientes elementos como para afirmar que el barroco en ella asume rasgos criollos. Es evidente que fue un talento brillante que, además de su recóndita y apasionante obra Primer Sueño y algunos de los más extraordinarios sonetos de su siglo, mostró constantemente, en la obra y en la vida, una severa y lúcida voluntad de independencia intelectual que, siendo ella mujer de inteligencia y belleza asombrosas, es en las letras hispánicas la primera afirmación de un feminismo comparable a algunas de las más libres e inteligentes mujeres cervantinas. Por supuesto que en su vida, en apariencia, sor Juana tuvo que doblegarse; pero en su obra la voluntad, el arte y el ingenio luchan intensamente contra los aspectos más retrógrados de la visión barroca del mundo. En esa lucha, de alguna manera, el rigor, la sensibilidad y la inteligencia que sobreviven apuntan ya hacia el futuro.
Yo, la peor del mundo, es la propuesta, desde una perspectiva de teatro musical, de Vaivén Producciones para acercarse a la figura de esta monja jerónima que vivió en el siglo XVII en la Nueva España (hoy México). El libreto o texto teatral de Antonio Muñoz de Mesa pone de manifiesto aspectos importantes de la extraordinaria vida y obra de sor Juana, marcando el acento sobre aquellos que reivindican la libertad y el valor de la mujer en lo que podríamos llamar en la actualidad una actitud feminista. Evidencia así mismo un cierto lesbianismo de Juana y la posibilidad de que fuera violentada en su celda por un jesuita. No es un texto que podamos considerar una biografía, aunque se aluda a diversos momentos y aspectos de su vida, incluyendo su desencuentro con las autoridades de la Iglesia (“antes libre que cristiana”, se escucha en una canción). Pero lo esencial del texto, con jugoso sentido del humor y con una asombrosa capacidad para conectar lingüísticamente el pasado con el presente incluyendo las ideas comunes (el feminismo y sus principios), es el poner de manifiesto la autenticidad de sor Juana como persona y la valentía de su obra reivindicativa de los valores femeninos en una sociedad que postergaba a la mujer.
Esencial en el espectáculo es la música de Iñaki Salvador, que sirve para marcar emocionalmente los estados que se van desarrollando en las diferentes escenas. Las letras de las canciones son algunas veces los propios poemas de la literata mexicana, como la del conocido ovillejo “Hombres necios que acusáis…”. Y junto a la música, en otro nivel, las coreografías de Maite Zalduegi también son necesarias para agilizar muchos momentos y para ofrecer la dinámica del grupo.
La dramaturgia diseñada por Olga Margallo lleva un ritmo trepidante que no permite distracción alguna. No es una descripción y narración de una persona y unos hechos en el pasado, ni siquiera una dramatización de una biografía, sino una imbricación del pasado en el presente alrededor de la figura y los valores de sor Juana, que supusieron un gran avance de pensamiento en su tiempo y que hoy siguen de pura actualidad. En ese ir y venir entre lo histórico objetivo y lo presente, incluyendo lo histórico y lo ficcional, consiste el verdadero juego de la bien pensada dramaturgia. Y siempre nos hace tener en el ánimo no solo la reflexión, la diversión o la enseñanza, sino, muy esencialmente remarcado, el valor reivindicativo de la mujer como ente autónomo de pensamiento y vida. Excelente dirección de actores que no deja flecos sueltos. Gran trabajo.
Texto, música y dramaturgia se apoyan en un basamento muy bien construido de una escenografía conceptual y minimalista de Marcos Carazo, complementada con una iluminación significativa de Xabi Lozano y un vestuario que evoca a veces el siglo del Barroco y en otras el presente colorista, llamativo y provocador.
Y por supuesto el espectáculo tiene su fuerza motriz en el gran trabajo actoral que lleva a cabo un elenco de extraordinarios profesionales. Itxaso Quintana pone cuerpo, voz y una extraordinaria dicción a una Juana y una sor Juana que van de la ternura a la fuerza inconformista y la rebeldía, del amor al desprecio, de la reflexión y el argumento a la duda. Ya cantando, ya hablando, dialogando o argumentando, juega sobre las tablas un fantástico papel. Itxaso es capaz de emocionarse y de emocionar a quienes seguimos la obra desde el patio de butacas. Es un verdadero médium que hace fluir los maravillosos sentimientos del pasado y del presente.
Ugaitz Alegría no tiene un papel central pero es un contrapunto esencial para la protagonista, bien sea interpretando al entrañable abuelo ilustrado que presta su biblioteca a Juana o al prepotente padre Miranda, que además de su atildamiento y narcisismo parece que siente por sor Juana, más que admiración intelectual por su obra, atracción malsana por su belleza. Excelente en los dos caracteres y magnífico en los movimientos de la coreografía.
Lara Sagastizabal realiza más un papel de época y da vida a un personaje, la hermana, pleno de autenticidad; canta, baila, se ríe…y siempre se expresa con una naturalidad jovial y nada afectada.
Nerea Gorriti es “nadie”, pero un “nadie” con una presencia fastuosa que aporta contenido, reflexión, contexto y emociones. La versatilidad cantando e interpretando música, hace que su trabajo triunfe y empatice sacando muy bien adelante un personaje con muchas caras.
De Ana Pimenta ¡qué decir! Interpreta varios personajes: uno, el de la madre con desparpajo popular y sencillez; otro, el de la virreina lleno de las complejidades de una persona que se ve con poder y que se mueve en las esferas de la alta sociedad. Ana pasa de uno a otro sin pestañear, y, si en uno está bien, en el otro está superior.
En definitiva, Yo, la peor del mundo es un espectáculo que merece la pena ver y luego contarlo para que otros también lo vean. Es emotivo, reflexivo, vitalista, muy directo y rompiendo cualquier pared con el público, con un punto de irreverencia equilibrado que a nadie hiere pero que no calla lo que no hay que callar, con humor, con lenguaje de actualidad. Obra fresca, divertida, trascendente, pícara, tierna y reivindicativa. Es estupenda para dar a conocer con agilidad y empatía a un clásico barroco con dinamismo y una jugosa complicidad con los espectadores de hoy.
El público toledano, entre el que abundaba ¡albricias! la juventud, aplaudió con fuerza y alegría un trabajo muy bien hecho, algo a lo que, por demás, ya nos tiene acostumbrados la compañía donostiarra Vaivén Producciones.
YO, LA PEOR DEL MUNDO
Festival Rayuela `21 TEATRO DE LAS ESQUINAS – ZARAGOZA

La primera propuesta vino de la mano de la compañía donostiarra Vaivén Producciones y su ‘Yo, la peor del mundo’, un musical basado en la vida de sor Juana Inés de la Cruz, escritora y a la sazón monja jerónima, que nació y murió en el siglo XVII, en la entonces llamada Nueva España y cuyo nombre debería ocupar un lugar destacadísimo en el barroco hispánico. Niña prodigio, de portentoso talento, Juana tuvo el atrevimiento de consagrar su vida al estudio y a la escritura, reivindicando la valía de las mujeres, en una sociedad que tenía reservado para ellas su lugar en la esfera de lo doméstico.
Esa figura protofeminista, se convierte en la columna vertebral del espectáculo. De manera sobresaliente, se adentra en la vida de sor Juana desde nuestra realidad, construyendo un inteligente juego escénico que se mueve entre lo contemporáneo y los histórico; un juego lleno de teatralidad y complicidad con el público; un juego fresco, divertido, descarado, emocionante por momentos, y vitalmente reivindicativo.
Hay un gran texto de Antonio Muñoz de Mesa, una estimable partitura de Iñaki Salvador, una imaginativa y cuidada puesta en escena de Olga Margallo, un acertado diseño escenográfico -minimalista, visual y funcional- de Marcos Carazo muy bien iluminado por Xabi Lozano, sencillas pero efectivas coreografías de Maitane Zulduegi y un excelente trabajo interpretativo. En suma, tiene todo lo necesario para que el teatro musical sea, sobre todo, teatro.

YO, LA PEOR DEL MUNDO
Palacio Euskalduna Jauregia
3,4,5 Septiembre 2021
La competencia, también estaba cerca en: El Arriaga(El viaje a ninguna Parte) Teatro Campos Elíseos(Una noche con ella. Loles León), Pabellón 6(Palabrarismos) y su Compañía Joven({Gris)..y más espacios y convocatorias….
“Yo, la peor del mundo” es teatro musical, no un musical en sentido estricto. Logra un equilibrio y fundido, no siempre fáciles de conseguir, entre el juego dramático y el musical. A este logro se unen un oportuno texto contemporáneo que conjuga rigor histórico y literario con una creación ad hoc, pura ficción que a la postre es más relevante que el retrato de una personalidad cautivadora por sus creaciones, por su coraje vital y por la tragedia que arrastra en su recorrido en el virreinato del Méjico del siglo XVI. Una personalidad literaria cada vez más presente y reivindicada que en este caso se hace desde su primitivo feminismo actualizado en un eco contemporáneo sin concesiones.
La literatura en todas sus vertientes del saber es fuente inagotable de conocimiento para toda la vida. Conforma la sensibilidad y nos facilita conocernos, conocer nuestro tiempo y entender el comportamiento humano. Juana es un caso paradigmático y Sor Inés su culminación. Lo hemos comprobado hace tiempo.
La inteligente, actual y acertada autoría del texto (Antonio Muñoz de Mesa) y la excelente dirección escénica y de intérpretes(Olga Margallo), por no reiterar la cuidada, divertida y envolvente autoría musical(Iñaki Salvador), ponen los pilares de una obra teatral casi una miniatura por no exagerar llamándola joyita escénica. Y lo digo porque la orfebrería que requiere cualquier musical se hace patente en este trabajo que, precisamente por su limpieza de líneas se aleja del barroco en el que vivieron y sintieron sus personajes.
Y el verdadero sostén de esta emotiva pieza teatral son sus intérpretes, una cuidada iluminación que usa con maestría los fundidos para los cambios de escena y un atrezzo mínimo a base de trusts móviles con un cuidado y atemporal vestuario que sí nos lleva al virreinato pero que puede vestir nuestro ecléctico tiempo escénico. Todo el aparataje destila elegancia y economía de medios pero no por ello es o queda pobre o desnudo, al contrario, sus abstracciones logran movernos en el tiempo y en una escena amplia que ayuda a dar porte y recorrido a estancias de familia solvente y acomodada cuando no a recorridos palaciegos o a un convento neutro.
Hay mucho feed back en los 80 minutos de trabajo pero no cansa, sabes desde el principio que se requiere tu atención, colaboración y ganas para entender y seguir el juego como lo hizo Penélope mientras cosía y descosía las prendas que mantenían sus sueños, sus devaneos y sus certezas nunca demostradas.
Es clave en este y cualquier otro musical oír bien lo que se canta, entender la letra. Si el sonido ha sido de calidad durante toda la obra no quiere decir que se entiende todo con precisión y que cuando se escapa el verso cantado no se sienta cierta frustración(no hay libreto ni guía transcrita o proyectada) sería citar así algún defecto que no quiero empañe un gran sonido incluida su amplificación sin estridencias ni acoplamientos que tanto hacen sufrir cuando surgen a actores, técnicos y público.
No he pasado de largo por el elenco, no… quiero señalar y resaltar que la grandeza del trabajo actoral queda patente en los logros obtenidos por este solvente, joven y a la vez maduro elenco. Dicen, cantan, cuentan, recorren la escena, calzan, visten, fijan posiciones y atrezzo o escenografía, casi llevan la regiduría, en fin un grupo de trabajo compenetrado con el equipo técnico que hacen honor a una gira con más de 80 bolos, algunos con parada y fonda largas en espacios emblemàticos de todo el País.
No destacaré a ninguna actriz ni al actor. Los cinco están al servicio de un engranaje bien engrasado. Dan muy bien el retrato de los personajes, somero es verdad pero conseguido y suficiente, siendo, Juana-Sor Inés, su abuelo y la virreina quienes crecen durante toda la obra, sumándose la hermana y la alter ego en los momentos de coro, solos a dúo y coreografías con acierto y muy logrados registros de canto individual y coral, siendo intervenciones más sencillos pero correctas en coreografías distendidas y divertidas con las que se arropa este musical. Nada punky, por cierto,aunque algunos versos casi se rapeen o las irreverencias que surgen ya no son de escandalera y pateo de remilgados. Hay un punto cabaretero innegable en algunos pasajes pero estos no son nucleares en la obra.
Creo que, les quedan muchos Teatros y Programaciones por recorrer ya que en estos tiempos tan difíciles para el oficio, se han acomodado y adaptado a las diferentes plazas y posibilidades, arriesgando y trabajando a taquilla para no perder ritmo. ¡Y no salen siempre las cuentas, claro! Resulta evidente. Doble mérito, incluso para repetir plaza o hacerlo en plazas próximas hasta rentabilizar un coste de producción nada desdeñable.
Este equipo humano ha conseguido poner en pie una producción que ha sido aplaudida en muchos Teatros como lo ha hecho hoy en su cierre el de Bilbao. En pie, diciendo sin pudor con más de 5 minutos de aplausos que, se habían ganado la plaza y las emociones contenidas.
Un gran trabajo coral, en definitiva. Muy al margen de lecturas reivindicativas de ocasión, bien traídas creo o de emociones compartidas con las verdades contadas. Estás no deben ocultar el matizado trabajo interpretativo.
Hablamos de una producción mediana de teatro musical muy bien hecho que si contara con coros ocultos, cuerpo de baile y foso orquestal de gran musical se harían lenguas del evento todos los entendidos, los pescadores de perlas del Pacifico y los medios artísticos, audiovisuales y digitales que dictan gustos y momentos irrepetibles. Aquí, en Bilbao, se ha dado uno está tarde. Veremos si nos traen otros momentos para recordar la Gala de los MAX del próximo 4 de Octubre y la nueva Temporada que nos tiene en vilo.
Eskerrik asko. Gracias, Inés de Castro. Gracias, Vaivén.
Desde la fila tres del patio de butacas
¡YO, LA PEOR DEL MUNDO!: LIBRE Y EMOTIVA
David Barbero
Periodista y dramaturgo
-Hace algo más de una hora que he salido del Palacio Euskalduna, donde he presenciado – y disfrutado – el estreno, en Bilbao, del espectáculo ‘Yo la peor del mundo’. Y continúo buscando una definición que reúna todos sus elementos y virtudes.
-Por una parte, existe una definición que lo califica como un ‘cuento punk’. Habría que añadir más adjetivos. Atractivo, inteligente, libre, emotivo, ácrata, cómplice, original. Y unos cuantos más.
-En esa definición, habría que incluir que es una semblanza crítica de sor Juana Inés de la Cruz, una mujer singular del siglo de oro español. Aunque en México. Está vista desde hoy. En realidad, no es una biografía. Sin embargo, se muestra su lucha por la libertad. También, se expone su gran talento literario en diversos géneros y modalidades. Se alude muy directamente a sus (des)encuentros polémicos con las instituciones eclesiásticas. Y se deja ver la ambivalencia de su vida como una monja sui generis.
-Un aspecto importante. Se destaca su defensa de lo que se podría llamar hoy un ‘proto-feminismo’, con todavía más mérito entonces. Su valentía, su rebeldía. Sobre todo, lo ya dicho, su lucha por ser una mujer libre, en un mundo que todavía era más machista que el actual.
-Dentro de la definición, habría que poner, y destacar, que es un espectáculo emotivo, vital, ágil, directo, contagioso, con una relación muy cercana hacia los espectadores. Hecho con especial cuidado, con delicadeza, y a la vez con mucha decisión.
-En todas esas características, se refleja la manera de hacer de la compañía Vaivén, dirigida desde su fundación, hace ya casi un cuarto de siglo, por Ana Pimenta e Iñaki Salvador. Su línea clara de compromiso con la sociedad. Su estética cuidada. Su manera de tratar los temas espinosos.
-Hay que aludir a la especial escritura de Antonio Muñoz de Mesa como un elemento decisivo en la hechura de este espectáculo. Original, libre, novedosa, con el punto necesario de irreverencia y hasta desparpajo.
-A la imaginativa, a la vez que rigurosa y eficaz, dirección de Olga Margallo también hay que dedicar una atención detenida. Además de su cuidado por todos los detalles. Y la atmosfera de espontaneidad y de cuestionamiento general de lo establecido. ¡Ah! Destacada, como un mérito, la muy matizada comunicación con el público.
-Otro punto y aparte hay que hacer para referirse a la composición y ejecución musical de Iñaki Salvador. Los cambios, los ritmos, las melodías, los tonos. Todo le señala como un maestro.
-En cuanto a la interpretación, es de justicia comenzar destacando el trabajo de Itxaso Quintana, tanto en lo musical como en lo teatral. Demuestra no sólo sus grandes cualidades. También su actitud y su trabajo. Su entrega total, su capacidad de comunicación.
-Ana Pimenta. Una señora de la escena. Por los gestos, las entonaciones, los movimientos, las ironías, las matizaciones, las pausas y los ritmos. La composición interior de cada personaje.
-Junto a ella, también brillan, y mucho, Nerea Gorriti y Lara Sagastizabal en sus muchos cometidos. Las canciones, las interpretaciones, las coreografías. Sin olvidar los dos personajes tan diferentes de Ugaitz Alegria. Y tampoco su participación en los momentos corales.
-Sería una injusticia no valorar la escenografía de Marcos Carazo, el vestuario de Lola Trives, La iluminación de Xabi Lozno y la coreografía de Maitane Zalduegi,
-En definitiva, un espectáculo para no perderse, disfrutarlo y estar atentos a sus muchas enseñanza.

PALACIO EUSKALDUNA JAUREGIA, irailak 3-4-5 septiembre
Olaia Santisteban
No se ni como expresar lo que me ha hecho sentir esta obra, veis, perdonarme, obron.
Creo que lo mejor será que vaya por partes..
ALMAGRO
————–
YO, LA PEOR DEL MUNDO, de Antonio Muñoz de Mesa – crítica – Cinemagavia
Yo, la peor del mundo es un rompedor y energético y envolvente musical teatral que ahonda en la vida de Sor Juana Inés de la Cruz.
TEATRO FERNÁN GÓMEZ, MADRID del 12 al 29 de mayo
YO, LA PEOR DEL MUNDO
Festival Rayuela `21 TEATRO DE LAS ESQUINAS – ZARAGOZA

La primera propuesta vino de la mano de la compañía donostiarra Vaivén Producciones y su ‘Yo, la peor del mundo’, un musical basado en la vida de sor Juana Inés de la Cruz, escritora y a la sazón monja jerónima, que nació y murió en el siglo XVII, en la entonces llamada Nueva España y cuyo nombre debería ocupar un lugar destacadísimo en el barroco hispánico. Niña prodigio, de portentoso talento, Juana tuvo el atrevimiento de consagrar su vida al estudio y a la escritura, reivindicando la valía de las mujeres, en una sociedad que tenía reservado para ellas su lugar en la esfera de lo doméstico.
Esa figura protofeminista, se convierte en la columna vertebral del espectáculo. De manera sobresaliente, se adentra en la vida de sor Juana desde nuestra realidad, construyendo un inteligente juego escénico que se mueve entre lo contemporáneo y los histórico; un juego lleno de teatralidad y complicidad con el público; un juego fresco, divertido, descarado, emocionante por momentos, y vitalmente reivindicativo.
Hay un gran texto de Antonio Muñoz de Mesa, una estimable partitura de Iñaki Salvador, una imaginativa y cuidada puesta en escena de Olga Margallo, un acertado diseño escenográfico -minimalista, visual y funcional- de Marcos Carazo muy bien iluminado por Xabi Lozano, sencillas pero efectivas coreografías de Maitane Zulduegi y un excelente trabajo interpretativo. En suma, tiene todo lo necesario para que el teatro musical sea, sobre todo, teatro.

YO, LA PEOR DEL MUNDO
Palacio Euskalduna Jauregia
3,4,5 Septiembre 2021
La competencia, también estaba cerca en: El Arriaga(El viaje a ninguna Parte) Teatro Campos Elíseos(Una noche con ella. Loles León), Pabellón 6(Palabrarismos) y su Compañía Joven({Gris)..y más espacios y convocatorias….
“Yo, la peor del mundo” es teatro musical, no un musical en sentido estricto. Logra un equilibrio y fundido, no siempre fáciles de conseguir, entre el juego dramático y el musical. A este logro se unen un oportuno texto contemporáneo que conjuga rigor histórico y literario con una creación ad hoc, pura ficción que a la postre es más relevante que el retrato de una personalidad cautivadora por sus creaciones, por su coraje vital y por la tragedia que arrastra en su recorrido en el virreinato del Méjico del siglo XVI. Una personalidad literaria cada vez más presente y reivindicada que en este caso se hace desde su primitivo feminismo actualizado en un eco contemporáneo sin concesiones.
La literatura en todas sus vertientes del saber es fuente inagotable de conocimiento para toda la vida. Conforma la sensibilidad y nos facilita conocernos, conocer nuestro tiempo y entender el comportamiento humano. Juana es un caso paradigmático y Sor Inés su culminación. Lo hemos comprobado hace tiempo.
La inteligente, actual y acertada autoría del texto (Antonio Muñoz de Mesa) y la excelente dirección escénica y de intérpretes(Olga Margallo), por no reiterar la cuidada, divertida y envolvente autoría musical(Iñaki Salvador), ponen los pilares de una obra teatral casi una miniatura por no exagerar llamándola joyita escénica. Y lo digo porque la orfebrería que requiere cualquier musical se hace patente en este trabajo que, precisamente por su limpieza de líneas se aleja del barroco en el que vivieron y sintieron sus personajes.
Y el verdadero sostén de esta emotiva pieza teatral son sus intérpretes, una cuidada iluminación que usa con maestría los fundidos para los cambios de escena y un atrezzo mínimo a base de trusts móviles con un cuidado y atemporal vestuario que sí nos lleva al virreinato pero que puede vestir nuestro ecléctico tiempo escénico. Todo el aparataje destila elegancia y economía de medios pero no por ello es o queda pobre o desnudo, al contrario, sus abstracciones logran movernos en el tiempo y en una escena amplia que ayuda a dar porte y recorrido a estancias de familia solvente y acomodada cuando no a recorridos palaciegos o a un convento neutro.
Hay mucho feed back en los 80 minutos de trabajo pero no cansa, sabes desde el principio que se requiere tu atención, colaboración y ganas para entender y seguir el juego como lo hizo Penélope mientras cosía y descosía las prendas que mantenían sus sueños, sus devaneos y sus certezas nunca demostradas.
Es clave en este y cualquier otro musical oír bien lo que se canta, entender la letra. Si el sonido ha sido de calidad durante toda la obra no quiere decir que se entiende todo con precisión y que cuando se escapa el verso cantado no se sienta cierta frustración(no hay libreto ni guía transcrita o proyectada) sería citar así algún defecto que no quiero empañe un gran sonido incluida su amplificación sin estridencias ni acoplamientos que tanto hacen sufrir cuando surgen a actores, técnicos y público.
No he pasado de largo por el elenco, no… quiero señalar y resaltar que la grandeza del trabajo actoral queda patente en los logros obtenidos por este solvente, joven y a la vez maduro elenco. Dicen, cantan, cuentan, recorren la escena, calzan, visten, fijan posiciones y atrezzo o escenografía, casi llevan la regiduría, en fin un grupo de trabajo compenetrado con el equipo técnico que hacen honor a una gira con más de 80 bolos, algunos con parada y fonda largas en espacios emblemàticos de todo el País.
No destacaré a ninguna actriz ni al actor. Los cinco están al servicio de un engranaje bien engrasado. Dan muy bien el retrato de los personajes, somero es verdad pero conseguido y suficiente, siendo, Juana-Sor Inés, su abuelo y la virreina quienes crecen durante toda la obra, sumándose la hermana y la alter ego en los momentos de coro, solos a dúo y coreografías con acierto y muy logrados registros de canto individual y coral, siendo intervenciones más sencillos pero correctas en coreografías distendidas y divertidas con las que se arropa este musical. Nada punky, por cierto,aunque algunos versos casi se rapeen o las irreverencias que surgen ya no son de escandalera y pateo de remilgados. Hay un punto cabaretero innegable en algunos pasajes pero estos no son nucleares en la obra.
Creo que, les quedan muchos Teatros y Programaciones por recorrer ya que en estos tiempos tan difíciles para el oficio, se han acomodado y adaptado a las diferentes plazas y posibilidades, arriesgando y trabajando a taquilla para no perder ritmo. ¡Y no salen siempre las cuentas, claro! Resulta evidente. Doble mérito, incluso para repetir plaza o hacerlo en plazas próximas hasta rentabilizar un coste de producción nada desdeñable.
Este equipo humano ha conseguido poner en pie una producción que ha sido aplaudida en muchos Teatros como lo ha hecho hoy en su cierre el de Bilbao. En pie, diciendo sin pudor con más de 5 minutos de aplausos que, se habían ganado la plaza y las emociones contenidas.
Un gran trabajo coral, en definitiva. Muy al margen de lecturas reivindicativas de ocasión, bien traídas creo o de emociones compartidas con las verdades contadas. Estás no deben ocultar el matizado trabajo interpretativo.
Hablamos de una producción mediana de teatro musical muy bien hecho que si contara con coros ocultos, cuerpo de baile y foso orquestal de gran musical se harían lenguas del evento todos los entendidos, los pescadores de perlas del Pacifico y los medios artísticos, audiovisuales y digitales que dictan gustos y momentos irrepetibles. Aquí, en Bilbao, se ha dado uno está tarde. Veremos si nos traen otros momentos para recordar la Gala de los MAX del próximo 4 de Octubre y la nueva Temporada que nos tiene en vilo.
Eskerrik asko. Gracias, Inés de Castro. Gracias, Vaivén.
Desde la fila tres del patio de butacas
¡YO, LA PEOR DEL MUNDO!: LIBRE Y EMOTIVA
David Barbero
Periodista y dramaturgo
-Hace algo más de una hora que he salido del Palacio Euskalduna, donde he presenciado – y disfrutado – el estreno, en Bilbao, del espectáculo ‘Yo la peor del mundo’. Y continúo buscando una definición que reúna todos sus elementos y virtudes.
-Por una parte, existe una definición que lo califica como un ‘cuento punk’. Habría que añadir más adjetivos. Atractivo, inteligente, libre, emotivo, ácrata, cómplice, original. Y unos cuantos más.
-En esa definición, habría que incluir que es una semblanza crítica de sor Juana Inés de la Cruz, una mujer singular del siglo de oro español. Aunque en México. Está vista desde hoy. En realidad, no es una biografía. Sin embargo, se muestra su lucha por la libertad. También, se expone su gran talento literario en diversos géneros y modalidades. Se alude muy directamente a sus (des)encuentros polémicos con las instituciones eclesiásticas. Y se deja ver la ambivalencia de su vida como una monja sui generis.
-Un aspecto importante. Se destaca su defensa de lo que se podría llamar hoy un ‘proto-feminismo’, con todavía más mérito entonces. Su valentía, su rebeldía. Sobre todo, lo ya dicho, su lucha por ser una mujer libre, en un mundo que todavía era más machista que el actual.
-Dentro de la definición, habría que poner, y destacar, que es un espectáculo emotivo, vital, ágil, directo, contagioso, con una relación muy cercana hacia los espectadores. Hecho con especial cuidado, con delicadeza, y a la vez con mucha decisión.
-En todas esas características, se refleja la manera de hacer de la compañía Vaivén, dirigida desde su fundación, hace ya casi un cuarto de siglo, por Ana Pimenta e Iñaki Salvador. Su línea clara de compromiso con la sociedad. Su estética cuidada. Su manera de tratar los temas espinosos.
-Hay que aludir a la especial escritura de Antonio Muñoz de Mesa como un elemento decisivo en la hechura de este espectáculo. Original, libre, novedosa, con el punto necesario de irreverencia y hasta desparpajo.
-A la imaginativa, a la vez que rigurosa y eficaz, dirección de Olga Margallo también hay que dedicar una atención detenida. Además de su cuidado por todos los detalles. Y la atmosfera de espontaneidad y de cuestionamiento general de lo establecido. ¡Ah! Destacada, como un mérito, la muy matizada comunicación con el público.
-Otro punto y aparte hay que hacer para referirse a la composición y ejecución musical de Iñaki Salvador. Los cambios, los ritmos, las melodías, los tonos. Todo le señala como un maestro.
-En cuanto a la interpretación, es de justicia comenzar destacando el trabajo de Itxaso Quintana, tanto en lo musical como en lo teatral. Demuestra no sólo sus grandes cualidades. También su actitud y su trabajo. Su entrega total, su capacidad de comunicación.
-Ana Pimenta. Una señora de la escena. Por los gestos, las entonaciones, los movimientos, las ironías, las matizaciones, las pausas y los ritmos. La composición interior de cada personaje.
-Junto a ella, también brillan, y mucho, Nerea Gorriti y Lara Sagastizabal en sus muchos cometidos. Las canciones, las interpretaciones, las coreografías. Sin olvidar los dos personajes tan diferentes de Ugaitz Alegria. Y tampoco su participación en los momentos corales.
-Sería una injusticia no valorar la escenografía de Marcos Carazo, el vestuario de Lola Trives, La iluminación de Xabi Lozno y la coreografía de Maitane Zalduegi,
-En definitiva, un espectáculo para no perderse, disfrutarlo y estar atentos a sus muchas enseñanza.

PALACIO EUSKALDUNA JAUREGIA, irailak 3-4-5 septiembre
Olaia Santisteban
No se ni como expresar lo que me ha hecho sentir esta obra, veis, perdonarme, obron.
Creo que lo mejor será que vaya por partes..
ALMAGRO
————–
YO, LA PEOR DEL MUNDO, de Antonio Muñoz de Mesa – crítica – Cinemagavia
Yo, la peor del mundo es un rompedor y energético y envolvente musical teatral que ahonda en la vida de Sor Juana Inés de la Cruz.
TEATRO FERNÁN GÓMEZ, MADRID del 12 al 29 de mayo
Música, humor y melodrama con Vaivén
Vaivén ofrece un espectáculo musical sobre la poetisa y prosista vasca SorJuana Inés de la Cruz.
El grupo guipuzcoano ofrece una obra de calidad, no ajena a los conflictos que preocupan a la sociedad actual.
Información Técnica
YO, LA PEOR DEL MUNDO,de Antonio Muñoz de Mesa – Crítica – Cinemagavia.
“Yo, la peor del mundo” es un rompedor, energético y envolvente musical teatral, que ahonda en la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz.
https://cinemagavia.es/yo-la-peor-del-mundo-critica-teatro/
YO, LA PEOR DEL MUNDO – TOLEDO, TEATRO DE ROJAS 22/10