Dos amigos, el pianista Iñaki Salvador y el cantante Loyola Garmendia, se encuentran un libro de partituras que era ilegal en sus orígenes, el Real Book. Inician una valiente e incierta ruleta rusa consistente en abrir por cualquier página el vetusto libro e intentar salir airosos de la experiencia de cantar, tocar, interpretar, y además, escapar sin ser arrojados al pilón. En esta alocada y divertida aventura harán sonar clásicos del jazz, el soul, el cine, el musical de Broadway y algún que otro aroma brasileño y pondrán a prueba sus recursos interpretativos en ágiles y ocurrentes diálogos.

Música improvisada y el formato “canción” han estado siempre muy unidos en la carrera musical de Iñaki Salvador. No sólo porque haya trabajado asiduamente acompañando y orquestando música de emblemáticas voces de la canción de autor (Laboa, Imanol, Aute y un largo etcétera…) sino por su querencia a fusionar dos mundos que en su recorrido emocional y musical han transitado vías paralelas, en momentos, y felices encuentros en otros.

Espectáculo-homenaje a Mikel Laboa, músico, compañero y amigo.
Como maestro de ceremonias, Bernardo Atxaga. Contándonos anécdotas de la vida de Mikel, retazos hilarantes y emotivos, tejió la dramaturgia.
En el escenario, músicos y colaboradores de Mikel: Javier Mayor, Hasier Oleaga, Josetxo Silguero, Ruper Ordorika e Iñaki Salvador, bajo la dirección musical de este último. En la pantalla, imágenes de Mikel se mezclaban con los compases musicales que lo recordaban.

No es casualidad que la primera película sonora de la historia del séptimo arte se titulara allá por 1927 “El cantor de Jazz”. Sin embargo, durante los años 30 y 40 el jazz en el cine estuvo relegado a la comedia musical, se empezaba a escuchar en las emisoras de radio y en los clubes nocturnos mientras se expandía a lo largo de toda Norte América.
Un recorrido emotivo por canciones de películas que a todos nos han conmovido Un concierto en el que se recuerdan muchos de los nombres de las estrellas de Hollywood y algunas divertidas anécdotas de las películas. Las presentaciones e intervenciones de los dos músicos en escena y la música, bien engranada y luminosa, logran evocar el ambiente jovial y nostálgico de las películas de toda la vida, al más puro estilo de jazz.